Un amor sin regionalismos ecuatorianos

Para qué pelearnos tanto entre serranos y costeños si al final nos terminamos enamorando 🥰.
Muchas costeñas nos enamoramos de serranos y viceversa. Para el amor no hay obstáculos que no se puedan vencer ni absurdos regionalismos que puedan separarnos.
Soy costeña o “mona” como nos dicen en la sierra, 24 años de mi vida los pasé en la región litoral, pero la sierra siempre me atrajo como un imán. Cuando a mis 17 años me fui a estudiar a Cuenca, hubo quienes me decían que no me vaya a casar con un “serrano” y yo manifestaba: “no, para nada” (por dentro me cuestionaba: ¿y si me enamoro de un serrano?, en asuntos del corazón uno nunca sabe 🤔). Con el tiempo los hombres que llamaban mi atención eran los “negritos” y en Cuenca no tenía la gran fortuna de ver a muchos 🤭, de vez en cuando podría admirar a algunos. Y muy en serio, deseaba casarme con un negrito, su piel y su cultura son exóticas para mí, pero nada es lo que uno piensa sino lo que lo que los sentimientos expresan cuando el amor te llega. Así que cuando el quiteñito Patrizio llegó a mi vida, “yo ni bola” (jajaja) 😁, serrano, ¡no, no me simpatiza! Siempre escuché cosas negativas de los hombres de la sierra cuando tienen una relación sentimental con las costeñas, sin embargo, no es lo que la gente dice sino la experiencia que se vive.
Escucharle hablar a Patrizio era muy chocante para mí, no toleraba su acento y ahora resulta que le admiro cómo habla en todo momento (dirán, es el amor y sí es el amor sin discusión) 🤗. Tener una relación con alguien que no es de tu región es súper divertido porque se comparten tantas tradiciones y costumbres. En la cocina mezclamos recetas. Yo imito su acento arrastradito y sus palabras coloquiales capitalinas, él imita mi dialecto (aunque dice que no hablo como costeña). Intercambiamos formas de vida y hasta ponemos en debate cómo somos en la costa y en la sierra y al final sellamos la discusión con un apasionado beso. Patrizio me ha presentado a su Quito querido y con el tiempo me he acostumbrado a esta ciudad y yo le he enseñado las bellezas de mi querida provincia de El Oro, y a pesar de que se queda admirado de los paisajes y lugares de esta provincia, él no se acostumbra al clima caliente, mientras que a esta costeñita le fascina el clima de la sierra 🥵🥶.
¡Qué viva el #amor entre costa, sierra y todas las regiones del Ecuador! 🥳😘
Fotografías del 12 de agosto de 2018


Comentarios