Con esto del Nuevo #Coronavirus y las arbitrariedades que se están tomando ciertos individuos aprovechándose de la situación vulnerable a la que estamos expuestos todos y todas recuerdo las palabras de una maestra de Estudios Sociales, quien nos decía en sus clases que históricamente está demostrado “que las desgracias de unos es la felicidad de otros”. En estos tiempos lo confirmo una vez más, ni bien el virus se propagó hasta nuestro país la industria farmacéutica hizo de las suyas especulando la carencia de los productos necesarios para la debida protección, entre ellos las mascarillas 😷. No conforme con ello han vendido al precio de su conveniencia estos insumos, aprovechándose ya sea del terror de la gente que no sabe cómo actuar en estos casos, al punto que se deja llevar por lo que hacen los demás o de aquellos que se han dedicado a desinformar sobre esta enfermedad viral por todos los medios de comunicación que están a su alcance.
Insisto en que a esta humanidad le falta humanidad, en lugar de solidarizarnos y tomar las verdaderas precauciones del caso actuamos como noveleros, como títeres y lo peor es que inculcamos a los más pequeños a que hagan lo mismo. El domingo pasado estuve por el Centro de Quito y vi cómo proliferaba la venta de mascarillas de todos los colores y formas, los más pequeños se peleaban unos con otros porque se quitaban sus mascarillas de dibujitos y se decían a gritos: “dame mi mascarilla”, seguro pensarán que su uso se trata de una moda 🤦♀️. Si los adultos no saben cómo actuar correctamente en estos casos, peor los pequeños que son los reflejos de sus malas acciones. Los que realmente necesitan mascarillas, ahora se ven despojados de este insumo por la irresponsabilidad de aquellos que piensan que la novelería conduce a algo bueno🙍♀️. Para protegerse y enseñar a protegerse no hay que ser novelero, para enfrentar este virus no tenemos que atentar contra las necesidades de los otros, para tener salud primero tenemos que hacer higiene mental en nuestros pensamientos 🤓.
Las pérdidas humanas por este virus serán la ganancia de muchos aprovechados y aprovechadas de esta situación. Es duro decirlo, pero es la cruel realidad en un sistema de poder en el que cada vez nos venden enfermedades en distintas presentaciones para luego decir que nos regalan la cura, como me decía mi papá Russbel Sandoval ✍️.
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