El cuerpo también es un lienzo para protestar

Veo que muchos y muchas se escandalizan por el sólo hecho de que una mujer use su #cuerpo para protestar contra un sistema político y social que desde su punto de vista lo considera agresivo para su nación. ¿Dónde está el crimen? En esta santísima sociedad una mujer está prohibida de mostrar sus pechos al público y un hombre puede mostrar sus pectorales cuando quiera ante todos… sí, sí y sí, me dirán que no es lo mismo el pecho y la espalda del hombre que el de una mujer y así el absurdo machismo y feminismo se imponen y saben por qué... porque la sociedad está mal acostumbrada a ver el cuerpo de la mujer como un objeto sexual y al cuerpo del hombre como algo natural, por eso es más tolerante ver a un hombre desnudo que a una mujer utilizando su cuerpo como medio artístico de protesta. ¿Es qué acaso en este “mundo tan pulcro” los senos, las nalgas y la vagina nos hacen anormales a las mujeres? Para muchos y muchas que no conocen del tema, quiero contarles que hay un arte hermoso que no separa al artista de su obra y que lo convierte en uno mismo a través de su cuerpo, se llama #Performance. Tuve la oportunidad de conocer acerca de este arte en Cuenca y también de ponerlo en práctica, a muchos y muchas “normales” utilizar el cuerpo para hacer arte les parecerá ridículo, pero uno no hace arte para agradar a los otros sino para exteriorizar todo lo que se piensa y se siente, en otros términos, uno hace arte para estar bien consigo mismo.
Personalmente tengo claras las diferencias entre desnudez y desnudo, entre arte para la transformación positiva de la sociedad y un supuesto arte para quedarnos igual de sumisos ante toda la desigualdad, entre tener relaciones sexuales y amar a través del contacto sexual. Hablo del cuerpo sin tabúes porque mi cuerpo no sólo está conformado por cabeza, brazos y piernas, tengo también un órgano sexual que ha definido naturalmente mi sexo en este mundo y unos pechos planos que no dejan de ser femeninos por no ser voluptuosos. Quiero pensar que los y las que ponen el grito en el cielo porque una mujer muestre su cuerpo artísticamente no son los o las que consumen pornografía a solas o con su pareja o parejas, tampoco acostumbran a coleccionar portadas de revistas y periódicos o se descargan imágenes de Internet donde hay mujeres y hombres con escasa ropa o completamente desnudas o desnudos, jamás en la calle echan una mirada a las nalgas y el pecho de una mujer ni tampoco le silban a ese guapetón musculoso que se pasea en bividí, y por supuesto no son aquellos y aquellas que bailan pegaditos en la discoteca al ritmo del reggaeton, mientras a todo pulmón con orgullo gritan: “ella es calladita, pero para el sexo es atrevida…” ¡Dejemos la hipocresía!, criticar es fácil, accionar es lo difícil. Se hace muy cómodo lanzar piedras sobre las acciones de los otros y calificarlas como debidas o indebidas, y acaso se preguntan qué están haciendo para frenar este mundo de violencia social y política, para demostrar su descontento, en lugar de ser cómplice del silencio que está matando a muchos y a muchas. De seguro todo estará bien en un mundo donde aparentemente lo mejor es callarse y acostumbrarse a lo que se nos impone ✍️.


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