Aquí mi criterio: Quien crea riqueza económica con esfuerzo propio, con legalidad, paga impuestos, genera fuentes de trabajo dignas y respeta los derechos de los trabajadores, no hay problema. No hay nada en contra de ellos, porque hay que reconocer que han tenido no sólo visión de prosperidad sino también visión social, pero, la realidad es que hay filas gruesas de empleadores evasores de impuestos y de derechos. Muchos trabajadores a diario conocemos la hora de entrada a nuestras labores y si no llegamos a tiempo somos multados, lamentablemente la impuntualidad es un mal del que sufrimos en este país y no está bien, no obstante, no conocemos horario de salida. Los empleadores se acuerdan de la hora en que llegamos y se olvidan de la hora en que debemos retirarnos a casa porque la familia nos espera, y no son diez minutos más los que nos quedamos, llega una hora y hasta sobrepasa ese tiempo y no hay ningún tipo de reconocimiento. Para muchos empleadores pagar horas extras a sus trabajadores es desperdiciar el dinero y por eso abusan, imponen su horario que sobrepasa las ocho horas diarias y al final del mes esas horas son regaladas. Inclusive están los empleadores que contra todo quieren obligarte a que trabajes los días de feriado sin reconocer los valores que corresponden por esos días, si reconocieran no habría inconveniente.
Hay empleadores que no cumplen con el proceso de afiliación de sus trabajadores y te descuentan de tu sueldo como si estuvieras afiliado, luego vas a los Hospitales del Seguro Social y resulta que no te pueden atender porque no estás aportando y para descubrir eso ya ha pasado un buen tiempo. La necesidad de trabajo a muchos les hace permanecer en silencio ante tanta injusticia laboral y es que los empleadores se aprovechan de eso, de que hay tanta gente haciendo fila en busca de un trabajo para someter a los que han contratado, recordándoles siempre que si no están a gusto pueden poner la renuncia, porque afuera tienen lo que quiera de personal que desea trabajar. ¡Mucha atención!, los empleadores no te botan, porque saben que la indemnización les resulta cara, pero si hacen lo que sea para hostigarte u obligarte a firmar la renuncia.
Hay los empleadores que quieren que seas todólogo, “polifuncional” como les llaman y por eso quieren que tengas los ojos en todos lados, muy aparte de tus funciones, les gusta según ellos ahorrar dinero y por no pagar a otra persona realizan sobrecarga laboral sin reconocer valores adicionales.
Hay empleadores que te humillan, que te minimizan, que te maltratan psicológica y hasta físicamente y por ser un simple trabajador que necesitas llevar dinero a la familia creen que tienes la obligación de aguantar, de soportar su mal carácter, sus desquites, etc.
Hay empleadores que no te ven como ser humano sino como una máquina, no te guardan ninguna consideración ni moral ni económica si por motivos laborales sufres algún accidente que puede comprometer la integridad de tu cuerpo y en el peor de los casos tu vida y luego de ello lo que hacen es prescindir de tus servicios o abandonar a la familia que se deja en la orfandad, después de que dedicaste años de tu valiosa vida a que la empresa del “ilustre” empleador prospere.
Los empleadores no son nada sin trabajadores que están dispuestos a darlo todo en su gran mayoría por un sueldo miserable. Entonces, no se trata de odio a los ricos cuando esta realidad que les comento la vivimos en carne propia a diario, se trata de justicia y pedir justicia no es sembrar el odio a nadie. Pueden decir que la culpa es de los trabajadores por soportar todo esto, pero no nos damos cuenta que el miedo a quedarse sin trabajo, a vivir sin un centavo en el bolsillo es algo que se inculca todos los días desde los grupos de poder.
Todos necesitamos trabajar, nadie quiere dejar de hacerlo porque es nuestra forma de crecer en todos los aspectos, lo que se pide es mejorar las condiciones laborales y cumplir con los derechos y obligaciones escritos en tantas leyes y atropellados por todos lo que pueden.
Yo no odio a los ricos, yo detesto a los explotadores que con el sudor de tanta gente humilde han hecho un gran patrimonio del que son mezquinos y luego nos hablan de que nos hacen un favor dándonos trabajo y por eso debemos agachar la cabeza ante ellos. No señores, su dinero no es para pisotear a los trabajadores, tienen que aprender no sólo a crear riqueza económica sino también valores ✍️.
Hay empleadores que no cumplen con el proceso de afiliación de sus trabajadores y te descuentan de tu sueldo como si estuvieras afiliado, luego vas a los Hospitales del Seguro Social y resulta que no te pueden atender porque no estás aportando y para descubrir eso ya ha pasado un buen tiempo. La necesidad de trabajo a muchos les hace permanecer en silencio ante tanta injusticia laboral y es que los empleadores se aprovechan de eso, de que hay tanta gente haciendo fila en busca de un trabajo para someter a los que han contratado, recordándoles siempre que si no están a gusto pueden poner la renuncia, porque afuera tienen lo que quiera de personal que desea trabajar. ¡Mucha atención!, los empleadores no te botan, porque saben que la indemnización les resulta cara, pero si hacen lo que sea para hostigarte u obligarte a firmar la renuncia.
Hay los empleadores que quieren que seas todólogo, “polifuncional” como les llaman y por eso quieren que tengas los ojos en todos lados, muy aparte de tus funciones, les gusta según ellos ahorrar dinero y por no pagar a otra persona realizan sobrecarga laboral sin reconocer valores adicionales.
Hay empleadores que te humillan, que te minimizan, que te maltratan psicológica y hasta físicamente y por ser un simple trabajador que necesitas llevar dinero a la familia creen que tienes la obligación de aguantar, de soportar su mal carácter, sus desquites, etc.
Hay empleadores que no te ven como ser humano sino como una máquina, no te guardan ninguna consideración ni moral ni económica si por motivos laborales sufres algún accidente que puede comprometer la integridad de tu cuerpo y en el peor de los casos tu vida y luego de ello lo que hacen es prescindir de tus servicios o abandonar a la familia que se deja en la orfandad, después de que dedicaste años de tu valiosa vida a que la empresa del “ilustre” empleador prospere.
Los empleadores no son nada sin trabajadores que están dispuestos a darlo todo en su gran mayoría por un sueldo miserable. Entonces, no se trata de odio a los ricos cuando esta realidad que les comento la vivimos en carne propia a diario, se trata de justicia y pedir justicia no es sembrar el odio a nadie. Pueden decir que la culpa es de los trabajadores por soportar todo esto, pero no nos damos cuenta que el miedo a quedarse sin trabajo, a vivir sin un centavo en el bolsillo es algo que se inculca todos los días desde los grupos de poder.
Todos necesitamos trabajar, nadie quiere dejar de hacerlo porque es nuestra forma de crecer en todos los aspectos, lo que se pide es mejorar las condiciones laborales y cumplir con los derechos y obligaciones escritos en tantas leyes y atropellados por todos lo que pueden.
Yo no odio a los ricos, yo detesto a los explotadores que con el sudor de tanta gente humilde han hecho un gran patrimonio del que son mezquinos y luego nos hablan de que nos hacen un favor dándonos trabajo y por eso debemos agachar la cabeza ante ellos. No señores, su dinero no es para pisotear a los trabajadores, tienen que aprender no sólo a crear riqueza económica sino también valores ✍️.
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