En Ecuador Tv estaba viendo el programa #AlMedioDía y uno de los panelistas invitados manifestó algo que me llamó la atención de inmediato: "Eso es lo interesante de la política que no necesitas decir cómo lo vas a hacer sino que con decir que vas a bajar los impuestos, que incrementarás las plazas de trabajo la gente te creerá".
Es indiscutible esto y es que a la gente nada le importa cómo hará todo esto que ofrece el candidato que postula por algún cargo político, solo le interesa escuchar las propuestas a secas, porque nada se le da por entender lo que ni el mismo candidato entiende cómo lo va a hacer. Lo que el candidato si sabe es que a la gente le gusta escuchar promesas relacionadas con la supuesta solución de sus necesidades.
Por eso en el caso de Huaquillas no es extraño que en las elecciones anteriores hayan ganado vagas promesas, muchas de aquellas absurdas como "legalizar el contrabando"; otras sin análisis previo como "bajar la tarifa de los predios"; otras viables, pero que no se han cumplido hasta ahora como "sacar el peaje, regalar tablets a los estudiantes, etc...". La gente vota por lo que le suena bonito, chévere y que nunca se ha hecho, por eso nos gobierna cualquier canalla que arma su discurso diciendo lo que supuestamente a la gente le gusta escuchar y que se sintetiza en insultos y mentiras.
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