MUJER AMATE LIBRE


Convencida de que el conocimiento que no se comparte es un tesoro escondido, en esta oportunidad tengo el privilegio de compartirles el título de este escrito y los siguientes apuntes que tomé de la Conferencia para Mujeres que estuvo a cargo de la carismática Psicoterapeuta Gestáltica e Instructora de Yoga, Alexandra Molina, realizada el 8 de marzo en el Teatro Pumapungo de la ciudad de Cuenca, estos pensamientos que incluyen mis aportes desde mi enfoque y experiencias nos ayudarán a ser más mujer, más felices y exitosas de lo que ya somos o pretendemos ser.

El 8 de marzo más que celebrar el Día de la Mujer, celebramos el derecho a la igualdad, esta palabra significa que en la sociedad debe existir un equilibro entre el hombre y la mujer, no puede ser uno más y otra menos y viceversa por cuestiones de superioridad e inferioridad impuestas por las etiquetas del “sexo fuerte” y el “sexo débil”. Hombre y mujer somos seres humanos ante todo y por ese hecho de la naturaleza gozamos de los mismos derechos y deberes. A pesar de que se ha avanzado en muchos temas para lograr la igualdad social, las mujeres todavía estamos buscando un lugar en la sociedad, aun siendo consideradas como diosas por ser las creadoras de la vida y por tanto fuente de creatividad infinita, en estos tiempos de civilización y adelantos de toda índole seguimos siendo rezagadas.


Autoestima


¿Cómo nos sentimos con nuestro cuerpo, apariencia, habilidades, conducta, capacidades de logro?, ¿qué es lo que amamos y admiramos de nosotras?, el amor es la respuesta, el amor que sentimos por nosotras mismas. Por ejemplo, yo amo mis ojos y admiro el buen uso de mi libertad.

Más del 80% de los problemas emocionales de las mujeres provienen de la baja autoestima. La idea, el concepto, la imagen interna de nosotras mismas los hemos formado de un conjunto de creencias, muchas de estas cimentadas por el desamor de la sociedad, la familia…

Todo se vive en la mente y la autoestima también vive ahí. A la mente le falta mucho que aprender, no percibe la realidad cómo es, está en evolución, esto quiere decir que ese mal concepto que tenemos de nosotras mismas puede cambiar si decidimos quitar las creencias negativas de nuestras mentes.


La culpa, el miedo y la vergüenza


La culpa: “Creemos que siempre debemos estar disponibles para los demás, que siempre debemos de sonreír, que nunca debemos decir no”. Si decimos que NO, nos sentimos culpables, responsables de los males que puedan aquejar a otros porque no los ayudamos, aunque la solución a sus problemas esté fuera de nuestras manos, tiempo y ocupaciones.




La vergüenza: “No puedo vestirme sexy, no puedo mostrar mi cuerpo porque provoco, porque soy la culpable de que en la calle me agredan física, verbal y sexualmente”, sentimos vergüenza de expresarnos en todos los aspectos por el qué dirán de los demás.



El miedo: “Este puede surgir por dependencia económica (creemos que no podremos mantenernos), por dependencia emocional (creemos que él va a cambiar, que somos las que  lo impulsamos a reaccionar de forma agresiva, que si tomamos la decisión de separarnos somos las antagonistas de la historia), por eso nos quedamos en relaciones que no nos hacen felices, en trabajos que nos frustran.





Como experiencia personal les puedo compartir que hacer trabajo que nos disgusta nos limita, nos aleja de nuestros sueños, de lo que queremos construir para nosotras, no para los demás, por eso un día tomé la decisión de dejar aquel trabajo con el que no me sentía yo y en el que me desempeñaba por necesidad económica, porque “¡qué horror Tatiana! no puedes dejar el trabajo, necesitamos de tú ayuda” (voz de la familia), es cierto tenía una responsabilidad con mi familia, pero también conmigo, de cumplir con la misión para la que fui creada y no la que las circunstancias me impusieron.


¿Quién soy?





Conocernos y conocer es la clave del poder. ¿Cómo me voy a amar? Conociéndome, cuando uno se empieza a conocer se enamora de uno mismo, de su potencial, de sus cualidades y fortalezas.

“Es emocionante descubrir quiénes somos y qué podemos llegar a ser”.


Diálogo interno



Cada pensamiento es una semilla que se siembra en el jardín de nuestra mente.

Nos hablamos para existir, por este motivo 14 horas al día conversamos con nosotras mismas, ese es el diálogo interno, lamentablemente el 80% de ese diálogo es negativo, limitante, asimismo 50 mil pensamientos pasan por nuestra mente a diario y la mayoría son negativos. Pensemos en que si cambiamos nuestros pensamientos tendremos 50 mil oportunidades para crecer, triunfar y ser felices.

Cuando tenemos un diálogo interno negativo es como tener una enemiga adentro. El diálogo interno se formó desde que estábamos en el vientre de nuestra madre. Todo lo que nos transmitieron desde ese periodo se fue quedando como voces en nuestro inconsciente.


Explora tú potencial






“Podemos ser todo en lo positivo, en lo potencial”.


En el momento en que nos quedamos con lo que conocemos no exploramos el 95% de nuestro potencial, pues solo el 5% de nuestro cerebro está utilizado.

Hay que hacer cosas que nos saquen de nuestra zona de confort o de conformismo. Es momento de explorar nuevos horizontes, de asumir nuevos retos, de vivir nuevas experiencias.


Liberémonos de las etiquetas


“Soy la buenita”, “soy la más aplicada”, “la que siempre hace favores”, “la menos atractiva”, “la más loca”.

¿Cuál es tú etiqueta?, ¿qué te creíste que eras?, ¿qué creíste que es? Muchas de las veces las etiquetas se sostienen por los padres, por la sociedad, por ser la esposa de… y por eso renunciamos a vivir cómo sentimos y pensamos y asumimos pensar y sentir lo que nos dictan los demás.


Basta de buscar aprobaciones




Buscamos aprobación porque creemos que la gente está pensando en nosotras, cuando en realidad nadie está pensando en nosotras. “Hay una parte nuestra que piensa que nos están viendo”, por eso nos preocupamos por todo y nos cuestionamos: “¿estaré despeinada?”, “no debo ir a la fiesta, me veo horrible con estos granos, con estas llantas en mi cuerpo”, “¿qué van a decir los vecinos si me ven con esta minifalda?”

Finalmente les comparto estos últimos pensamientos de la conferencia:

-“Las mujeres podemos enfocarnos en ocho cosas, los hombres en una”.
-“Podemos ser diez mujeres en una”.
-“Debemos tener paciencia, en muchas ocasiones por no esperar destruimos lo que tanto trabajo nos ha costado por no aguardar los resultados”.


Mujeres repitámonos a nosotras mismas lo maravillosas que somos, el amor empieza por uno mismo. 



Comentarios