Luego de que la Asamblea Nacional aprobara el paquete de enmiendas constitucionales, en el 2017 los ecuatorian@s estaremos nuevamente en las urnas para elegir Presidente/a – Vicepresidente/a, asambleístas, por lo que se denominan a estas elecciones como nacionales.
Ya en el 2016 empieza la campaña pre-electoral. Muchos desde ahora ya se desafilian de los movimientos y partidos por los que en las elecciones pasadas fueron elegidos y crean sus propios movimientos prometiendo cambios y defender la democracia (tantas veces tomada en vano), desde allí buscan postular a mejores cargos no a mejores cambios.
La oposición en este país es un fracaso, porque todos quieren ser candidatos, todos quieren ser presidentes, todos quieren tener su propio partido, nadie quiere unirse, nadie quiere trabajar con propuestas reales, nadie quiere mejorar la situación del país, solo quieren llegar a Carondelet a posesionarse y a reiniciar todo otra vez para beneficiar a los suyos no al pueblo.
Hay candidatos que le apuestan a la sexta (ya lo conocemos), seguro ofrecerá en su plan de trabajo subir el Bono de Desarrollo Humano a $100,00. Hay otro que da por hecho que en su gobierno se eliminará la adquisición de cocinas de inducción, que esa es su propuesta, pregúntenle en debate cuál es la alternativa que tendrá para el subsidio del gas. Se viene uno más inteligente que prometerá reabrir las universidades del país que fueron cerradas por no calificar en categorías de excelencia académica.
Cierto candidato de la banca prometerá privatizarlo todo para que la economía del país resurja con la inversión del extranjero y así el Estado se ocupe menos de la cosa pública.
Se viene un festín de candidat@s, qué triste por nuestro país, la oposición es tan inmadura que a más de oponerse se divide como siempre cuando se trata de seducir al pueblo para ganar las elecciones, hasta flores le llevan. Ninguno tiene propuesta, solo en mente lo que va a deshacer cuando tenga el poder. Esa es la oposición hueca de nuestro país, centralizadora y egoísta.
El pueblo tendrá que soportar otra vez la bulla de las elecciones y a los demagogos de siempre golpeando las puertas de nuestras casas.
“La retórica no es demagogia”. El plan de gobierno no son falsas promesas para ilusionar al pueblo y los ecuatorian@s ya no podemos seguir permitiendo que nos tomen el pelo con estos planes de trabajo que son copia y pega o son ofertas basadas en los disgustos actuales por los que atravesamos, de eso se aprovechan los politiqueros para pretender contentarnos y conquistarnos.
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