¿QUÉ ES LA POBREZA?







La pobreza de la masa popular sigue siendo la riqueza de las élites. La gran mayoría no puede tenerlo todo (ni siquiera lo primordial para vivir dignamente), sin embargo son los pocos los que tienen más de lo que deberían tener. Pobreza es entonces lo injusto de esa “justicia” proclamada por la burguesía.
 
Las divisiones sociales son tan exactas que los que no sudaron su frente para obtener las ganancias, ven como un cero a la izquierda a los pobres. Así la pobreza es la suma de la ambición y la resta de la educación, pues es indudable que a los inescrupulosos les conviene que el coeficiente intelectual de los pobres no desarrolle.

No es la pobreza económica la que somete a millones de personas, cuando aún nos damos el lujo de contemplar enormes edificios, en muchas ocasiones sin mayor oficio, cuando la gente aún se disfraza de moda o peor aun cuando las grandes fiestas por cualquier excusa no faltan, ni que decir de la comida que se desperdicia a diario sea en las casas o en los restaurantes, sumándose a esto las sotanas majestuosas y los imponentes templos. Por eso, insisto que no es la pobreza económica la que sigue colonizando a quienes se nos hace creer que nacimos para ser pobres, porque con estos ejemplos podemos darnos cuenta que los recursos están mal distribuidos, tremendamente mal gastados y re-gastados, y es ahí donde radica el mal uso del dinero, queriendo después recompensar esa barbaridad con una limosna.

Amigos (as) es en realidad la pobreza ideológica la que nos arrastra a conformarnos con migajas, con dádivas que algunos conceden (no por su generosidad) sino porque pretenden lograr alguna renta para su imagen o economía. Por supuesto, no se puede desmerecer a quienes verdaderamente se han entregado en cuerpo y alma a calmar no solo la sed y el hambre de un pueblo aturdido sino que han entregado la filosofía de sus pensamientos para derrotar más que un día sin alimentos, una eternidad sin ignorancia, y es que la pobreza no se termina con dádivas, se acaba con una educación de calidad y resultados, con oportunidades laborales, con servicios públicos (que no lleven la etiqueta ‘para pobres’ sino la de la dignidad). La pobreza se termina con una visión de superación personal no a costa de los otros sino del trabajo colectivo que nos permita alcanzar la justicia y la paz social tan anhelada.

No somos pobres por falta de dinero, somos pobres porque las ideas brillantes que se pasean por nuestros cerebros todavía no las empujamos a la acción. No carguemos en nuestras espaldas el peso de la riqueza ajena, no vendamos la humanidad de nuestra profesión u oficio.
Si los pobres somos mayoría y la fuerza del conglomerado, entonces no perdamos las energías para enrumbar acertadamente el destino de este mundo.
La pobreza, amiga fiel de los capitalistas y nuestra enemiga. Luchemos por romper los eslabones de la mediocridad que quizás puedan seguir atando nuestras capacidades, hoy que vivimos amaneceres distintos no perdamos la oportunidad de prepararnos para servir a nuestro país y al planeta con sabiduría y trabajo productivo. 

Recuerde: NO SOMOS POBRES POR TENER EL ESTÓMAGO VACÍO SINO POR PERMITIR QUE SAQUEEN NUESTROS CEREBROS.



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